Jesús, el hijo de Dios


Núm. 230 - Sábado 18 de Junio del 2011 - Año No. 5


La existencia del Hijo de Dios

  1. ¿Verdaderamente el es enviado del Padre? Juan 6:65
  2. Los hombres que le conocieron personalmente, ¿Cómo se expresaron de El? Mateo 14:33; Mateo 16:16
  3. ¿Cuál fue el anuncio de ángel antes de su nacimiento? Lucas 1:26-32

¿QUE DEBEMOS HACER?

  1. Reconocer que solo en El, y El es el único medio por el cual encontraremos la salvación (Hechos 4:12)
  2. Imitarlo en todo momento (1ª Juan 2:6)

JESUS EL HIJO DE DIOS

No hay duda alguna de que el Nuevo Testamento presenta a Jesucristo como una personalidad excepcional. Él da evidencia impresionante de poderes extraordinarios en los milagros que realiza; él hace las observaciones más penetrantes acerca de la vida humana, la fe, y la verdadera adoración a Dios; y sus afirmaciones referentes a sí mismo, como la única fuente de vida venidera, son tales que nadie más se atrevería a hacer. Sus apóstoles dicen de él, después de su ascensión, que fue exaltado a todo poder y autoridad a la diestra de Dios. Y su propia evaluación de la vital trascendencia de su persona se resume como sigue: "Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3).

Claramente, si hemos de tener alguna esperanza de vida venidera, necesitamos saber la verdad acerca de la persona y trascendencia de Jesucristo

 

El Origen del Hijo

Cómo llegó Jesús a existir, se explica en el evangelio de Lucas en términos sencillos. A María, una virgen de Israel, temerosa de Dios, y descendiente de David el Rey, se le apareció un ángel con un mensaje extraordinario: "¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo [...]. Concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS [Salvador]. Este será grande, y será llamado Hijo del altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre [...]; y su reino no tendrá fin" (Lucas 1:28-33).

Aunque María estaba desposada a un israelita temeroso de Dios llamado José, todavía no estaban casados, y era inaceptable que naciera un niño hasta que lo estuvieran. ¿Cómo entonces, pregunta María al ángel, puede cumplirse esta promesa? El ángel es muy explícito en su respuesta: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios" (v. 35).

La promesa de su nacimiento fue una realidad, veamos lo que expresa al apóstol Pablo a los Gálatas: "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley" (4:4).

 

SU OBRA REDENTORA

El género humano no puede salvarse a sí mismo de las consecuencias del pecado, es decir, de la muerte. No obstante, Dios "no quiere que ninguno perezca"; en realidad, él desea "que todos los hombres sean salvos" (2 Pedro 3:9; 1 Timoteo 2:4). Pero él no puede pasar por alto el pecado, porque eso sería abdicar a su justa autoridad en el mundo. De modo que el pecado se puede reconocer, condenar, y vencer de manera tal que hombres y mujeres de corazones honestos y sinceros puedan ver la lección, y reconocer su verdad por sí mismos. Hombres y mujeres necesitan un Redentor que pueda lograr en sí mismo, y en su beneficio, lo que ellos, en su debilidad, no pueden hacer.

Cristo Jesús es el Hijo de Dios, Mesías el Cristo, que fue enviado de Dios como nuestro Redentor.

 

Doctrina de la Iglesia de Dios