El Trono de Gloria


Núm. 231 - Sábado 25 de Junio del 2011 - Año No. 5


En la mayoría de los movimientos religiosos, llevan las mismas características en su credo que la iglesia Romana, las escrituras indican… “que tal la madre, tal las hijas”, y con esto también enseñan una doctrina errada, y sin fundamentos, carente de veracidad en su contenido.

La mayoría de las iglesias enseñan que el reino de Cristo será en el cielo, por tal motivo toda persona buena, recibe el cielo como recompensa de su buena actitud por su paso en la tierra, y al momento de su muerte tiene que reunirse con todos los santos en el reino de Dios.

 

Esa falsa doctrina los hace suponer que cuando Jesucristo venga por segunda vez, ellos argumentan que esta segunda venida será en secreto, para llevarse a los santos a los cielos en secreto, y ahí es donde la iglesia morará para siempre en gloria.

 

Las escrituras, en ningún momento presentan argumentos de esta idea, en ningún momento menciona que los santos al morir van al cielo: “Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre [que está en el Cielo]”. (Juan 3:13). Si los justos reciben su merecido en la tierra, cuánto más el malvado y el pecador. (Proverbios 11:31).

 

El tema que nos ocupa, es acerca del trono de Cristo, la palabra de Dios indica que el que alcance la victoria heredara este reino: Al que venza, yo le concederé que se siente conmigo en mi trono; así como yo también he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. (Revelación 3:21)

 

En este tiempo el Señor Jesucristo, esta en cielo, según la visión de esteban en momento que era apedreado, menciona que vio al Hijo de Dios, a la diestra de Dios, pero esto en ningún momento indica que el trono de gloria valla a ser en cielo: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los mensajeros con él, entonces se sentará en su trono glorioso” (Mateo 25:31).

Este trono glorioso es una promesa de Dios, y lo hizo desde épocas del profe Isaías: –en señal de abundante autoridad y de paz sin límites sobre el trono y el reino de David, para que sea firmemente establecido en justicia y equidad ahora y para siempre. El celo de del Dios de los Ejércitos hará que suceda esto. Dios envió una palabra contra Jacob y cayó sobre Israel. La ira de Dios contra Israel (Isaías 6:6-7) Las escrituras dan a conocer que el Hijo de Dios reinara en el trono de David, ese trono de David, como entendemos que no esta en el cielo, fue sobre la tierra y en particular en Jerusalem, que fue donde reino mayor tiempo: “Mira, vas a concebir en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y Dios le dará el trono de su padre David. Reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin”. (Lucas 1:31-33).

Entonces entendemos claramente que el reinara en trono de David su padre, es decir el hijo de Dios cuando vino en carne, viene de este linaje. Conozcamos donde fue el trono de David… David tenía treinta años cuando se hizo rey, y reinó cuarenta años. En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses, y en Jerusalem reinó sobre todo Israel y Judá treinta y tres años. (2ª Samuel 5:4-5). El trono de David estuvo en la tierra, en Jerusalem. También este reino se conoce o mas se cita en la escrituras como el Monte del Señor: En los días por venir, el Monte de la Casa de Dios se afirmará por encima de las montañas; y sobrepasará a las colinas; Los pueblos lo contemplarán con gozo (Miqueas 4:1). Entonces se desmenuzaron también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro; y se volvieron como la paja de las eras en verano. El viento se los llevó, y nunca más se halló su lugar. Y la piedra que golpeó la estatua se convirtió en una gran montaña que llenó toda la tierra. (Daniel 2:35). Y este reino cubrirá toda la tierra: Gobernará de mar a mar, y desde el Río hasta los extremos de la tierra. (Salmos 72:8).

Tal será el castigo de Mizraim y de todas las demás naciones que no suban a celebrar la Fiesta de las Cabañas. (Zacarías 14:9).

Los muertos que hayan sido justos he injustos, no están en cielo y nunca estarán, ya eso solamente le pertenece al Dios Eterno. “No se asombren de esto, porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz y saldrán, los que hicieron el bien para la resurrección de vida, pero los que practicaron el mal para la resurrección de juicio. (Juan 5:28-29).

 

Conclusión: El reino de Gloria del hijo de Dios será sobre la tierra, allí es donde se cumplirá la promesa hecha en su nacimiento: “… Dios le dará el trono de su padre David. Reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin”