"Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lucas 23: 42, 43).

Hay tal vez millones de personas que creen en la ida al cielo después de la muerte física, y esta creencia se ha infiltrado en casi la mayoría de las religiones “cristianas” y este verso que analizaremos es una base en que sustentan su fe, para afirmar que toda persona al morir recibe como recompensa el cielo o paraíso. Analizaremos a la luz de la palabra de Dios para llegar a la conclusión, ¿Que fue lo que el Señor Jesús expreso al malhechor en la cruz?

 

El Señor Jesucristo afirmo antes de morir, de que el estaría en la tumba: “Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:40) y esto fue exactamente lo que ocurrió después de su crucifixión. Al morir el divino maestro no ascendió al cielo como es la creencia tradicional, sino que el fue sepultado como todo hombre que muere. ¿Pudo entonces el malhechor estar con Cristo en el paraíso ese mismo día? Todos hemos leído acerca de la extraña historia del el malhechor de la cruz que la biblia registra, muchos afirman que el malhechor entro al paraíso el mismo día que fue crucificado. Si esto fuera real entonces el malhechor llego al paraíso antes del Señor Jesucristo, porque como ya analizamos que lo que sucedió con el Maestro después de su muerte fue descender al sepulcro. Esto mismo lo afirmo el apóstol Pablo a la Iglesia de Corinto: “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”. (1 Corintios 15:3-4) Notemos, la palabra de Dios dice que Jesús fue sepultado, aquí no menciona que le cuerpo fue enterrado y que su alma fue al paraíso, especifica claramente que el fue sepultado (enterrado). El estuvo muerto por tres días, el murió por nuestros pecados, pero después resucito de lo muertos, al cumplirse los tres días y las tres noches. Pero durante los tres días y las tres noches el Maestro estuvo en l sepulcro: “Y en aquel lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. Allí [en la tumba - en el sepulcro]... pusieron a Jesús” (Juan 19:41-42) después de la resurrección los ángeles corroboraron el lugar de donde había estado el Señor Jesucristo: “No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno,... ha resucitado, no está aquí; mirad, el lugar en donde le pusieron” (Marcos 16:6). ¡Allí estaba el lugar a donde Jesús había ido ese día, el sepulcro, la tumba en el huerto cerca del sitio donde ocurrió la crucifixión! Jesús estuvo en el sepulcro ese día, durmiendo el sueño de la muerte. ¡Él no fue al paraíso ese día, no estuvo con el ladrón ese día, el malhechor no fue sepultado con Él en la misma tumba! ¡Lo anterior está plenamente comprobado!

 

Cuando Jesús murió, la vida cesó en Él. Estuvo muerto, “Porque los que viven saben que han de morir: mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor, y su odio y su envidia, feneció ya: ni tiene ya másparte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol” (Ec. 9:5-6). Y “Todo lo que te viniere á la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría”. (Ec. 9:10). El lugar donde Jesús estuvo ese día fue el sepulcro, donde no hay conocimiento de nada. ¡La Escritura así lo dice!

 

¿COMO ES EL PARAISO?

¿Pero dónde está el paraíso? Note 2 Corintios 12:1-5. El apóstol Pablo habla de uno a quien él conoció y que tuvo visiones maravillosas y revelaciones del Señor. En una visión fue “arrebatado hasta el tercer cielo” ¡el trono (Reino) de Dios! “... al paraíso, donde oyó palabras secretas que el hombre no puede decir”. Entonces, el paraíso se encuentra en la presencia del trono de Dios.

 

Continuemos con la descripción bíblica del paraíso. “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias. Al que venciere, daré á comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios” (Apocalipsis 2:7). Vea también Apocalipsis 21:1-2. Estos dos versículos se refieren a “la santa ciudad, la nueva Jerusalén... [Que descendía] del cielo, de Dios”. En esta ciudad, que es también tipo de la Iglesia, encontramos “un rio limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En el medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida…” (Ap. 22:1-2).

¿Notó usted eso? La nueva Jerusalén es el paraíso de Dios — que baja del cielo — la ciudad cuyo hacedor y edificador es Dios. La nueva Jerusalén contiene el árbol de la vida. En la nueva Jerusalén está el paraíso de Dios, una verdadera ciudad, parque o jardín tan alejado de la comprensión humana, que es imposible describirlo. ¡Un día, en el futuro, el paraíso estará finalmente sobre esta Tierra hecha nueva!

 

¡Jesús afirmó que el malhechor arrepentido estaría con Él en ese paraíso! Pero la nueva Jerusalén no está terminada todavía. Jesús está aún preparando un lugar para nosotros en ella (Jn. 14:2). Y la nueva Jerusalén no estará completamente preparada sino hasta después del milenio (Ap. 20:1-5). Hasta entonces y no antes, descenderá ésta a la Tierra ¡y hasta entonces entrará al paraíso el malhechor arrepentido!

¿Qué quiso decir entonces Jesús al expresar: “hoy estarás conmigo en el paraíso”?

 

Lo que el Señor Jesucristo dijo realmente, no es lo que la mayoría de las personas ha supuesto. A continuación veremos la trascripción original del Griego; pues la palabra “que” no figura en el original:

 

και ελεγεν ιησου μνησθητι μου οταν ελθης εις την βασιλειαν σου

kai elegen iêsou mnêsthêti mou hotan elthês eis tên basileian sou

y decía a Jesús acuérdate de mí cuando vengas en [por] el reino tuyo

 

και ειπεν αυτω αμην σοι λεγω σημερον μετ εμου εση εν τω παραδεισω

kai eipen autô amên soi legô sêmeron met' emou esê en tô paradeisô

y dijo a él verdaderamente te digo hoy conmigo estarás en el paraíso

 

Entonces el versículo podría traducirse perfectamente bien de esta otra manera: “De cierto te digo hoy: estarás conmigo en el paraíso”. (En otras traducciones la palabra «que» ha sido agregada, pero en el manuscrito griego original no existe.) El misterio de este famoso dicho de Jesús se soluciona mediante una puntuación correcta. Nunca permitamos que nos confunda una falsa interpretación. Porque ¿cómo podría Cristo o el ladrón haber ido al paraíso ese mismo día? Así que toda esa confusión se debe solamente a un defectuoso orden de palabras en las versiones comunes. Jesús, al utilizar la palabra «hoy», estaba haciendo hincapié en el momento en que hizo su promesa, y no en la hora cuando Él estaría en el paraíso. Aun después de su resurrección, menciono que no subía aun al Padre: “Dícele Jesús: No me toques: porque aun no he subido á mi Padre: mas ve á mis hermanos, y diles: Subo á mi Padre y á vuestro Padre, á mi Dios y á vuestro Dios. Fué María Magdalena dando las nuevas á los discípulos de que había visto al Señor, y que Él le había dicho estas cosas.” (Juan 2017-18)

 

El malhechor arrepentido que fue crucificado con Jesús está todavía muerto y enterrado. Jesús sólo es el primero de los que resucitarán de entre los muertos (Romanos 8:29; Hechos. 26:23; 1 Corintios 15:23). ¡Pero vendrá el tiempo cuando este hombre sea resucitado también y entre al paraíso de Dios que descenderá a esta Tierra, según fue prometido!

 

El malhechor sabia de la segunda venida del hijo de Dios, y tenia conocimiento que vendría a establecer un reino, y a eso se refería cuando el suplicaba ¡Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino! .


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