Los Proverbios y el Dinero


Núm. 258 - Sábado 31 de Diciembre del 2012 - Año No. 6


El dinero es un recurso activo, es decir, es algo que siempre está en movimiento. Se encuentra presente en las vidas de todos y puede usarse para realizar mucho bien, o causar mucho daño, dependiendo de cuál sea nuestra percepción del mismo.  Dios nos da una guía muy extensa con respecto al dinero: Cómo usarlo, cómo visualizarlo, ahorrarlo y gastarlo. Dios tiene mucho que decir acerca del tema del dinero, y nos instruye dándonos consejos muy prácticos en el libro de los Proverbios. Allí encontramos una guía práctica y bastante útil para aprender acerca del dinero y de la vida en general. Encontramos consejos útiles, que al escucharlos, nos llevan a una vida más plena y llena de satisfaccionesProverbios 20:18 dice“Los pensamientos con el consejo se ordenan”.Hay que leer, por lo tanto, los consejos sobre el manejo del dinero para conocer el pensamiento de Dios al respecto.


¿Cómo pensamos acerca del Dinero?

         El primero paso es establecer un pensamiento adecuado acerca de cómo vemos el dinero. El libro de Proverbios nos ayuda a obtener una perspectiva correcta del dinero: Cómo manejarlo y usarlo.

         Cuando consideramos la riqueza, generalmente no pensamos en Dios como la fuente de los bienes y propiedades, pero la Biblia nos dice que Dios es el que trae la riqueza. Proverbios 10:22: “La bendición del SEÑOR es la que enriquece, y no añade tristeza con ella”. ¿Por qué será que el verso incluye la segunda parte, “y no añade tristeza con ella”? Porque cuando el hombre busca enriquecerse—y muchas veces lo hace—en  el proceso añade mucha tristeza, angustia y dolor, tanto para él mismo como para su familia. Sólo con Dios, y solamente a la manera de Dios, podremos lograr obtener la riqueza como una bendición.

         El hombre generalmente visualiza el dinero como un medio para lograr la seguridad para sí y para los de su familia, pero Dios dice que él es nuestra fortaleza, y cuando miramos hacia otro lugar para alcanzarla, sólo nos acarreamos tristeza. Proverbios 14:26 dice:En el temor del SEÑOR está la fuerte confianza; y allí sus hijos tendrán esperanza”.   El valor de un hombre no se puede medir en pesos, dólares, yenes, ó libras esterlinas. Ningún valor monetario expresa el valor de la vida humana, porque su valor estriba en que fue hecho a imagen y semejanza de Dios.  Leemos en Proverbios22:2,“El rico y el pobre se encontraron; a todos ellos los hizo el SEÑOR”.

         En el mundo materialista en que vivimos, la obtención de dinero se visualiza como una meta digna de obtenerse a cualquier precio. Sin embargo, Dios nos enseña en Proverbios 28:6que“Mejor es el pobre que camina en su perfección, que el de perversos caminos, aunque sea rico” y enProverbios 17:1que“Mejor es un bocado seco, y en paz, que la casa de contienda llena de sacrificios de fiesta.” Existen muchísimas cosas en esta vida que valen más que el dinero. Debemos, por lo tanto, dejar que Dios con palabra moldee nuestro punto de vista acerca del dinero para que no caigamos en el engaño del mundo alrededor nuestro.

 

Los Préstamos

         Nuestra cultura ha sido enseñada que el crédito es algo bueno—hasta necesario. Se nos ha hecho pensar que es una parte “normal” de nuestra economía—hasta deseable y sano; pero la Biblia no refleja estas ideas, al contrario, habla negativamente de pedir prestado, ser fiador, así como comprar sin tener los recursos disponibles. Después de la segunda guerra mundial, ha existido una explosión del uso de tarjetas de crédito. El uso del plástico para financiar las cosas que uno desea, sin tener el dinero, se ha convertido en parte de la manera de pensar de la cultura “post-guerra” en general, y de la juventud en particular. En la época de nuestros padres y abuelos, deberle a alguien no era bien visto. Se consideraba algo malo, vergonzoso e indeseable deber dinero, y se buscaba pagar la deuda lo más pronto posible. Hoy en día, tener deudas se ha convertido, casi, casi, en una cultura y estilo de vida. Usar tarjetas de crédito es algo tan normal cómo ir al cine. Sin embargo, las estadísticas nos muestran que, cada vez más, las personas se endeudan por estarse financiando con las tarjetas de crédito, pagando cantidades estratosféricas, hasta más del 60 por ciento de intereses al hacerlo. ¡Qué horror!

         La palabra de Dios tiene una perspectiva diferente acerca del crédito. En ningún lugar de la Biblia se recomienda pedir prestado para comprar. Al contrario, se habla acerca de ésta práctica en términos negativos. Siempre se describe como algo imprudente y poco sabio. La práctica de prestar dinero se visualiza similarmente. Si se ha constituido fiador de alguien, tome el consejo del hombre sabio y libérese rápidamente, como una gacela que corre del león hambriento (Proverbios 6:1-5). Cuando se trata de tarjetas de crédito, escuche el buen consejo que dice:“Cuando te sientes a comer con un gobernante, considera bien lo que está delante de ti y pon cuchillo a tu garganta, si eres hombre de mucho apetito. No desees sus manjares, porque es alimento engañoso” (Proverbios23:1-3).

         Cuando entremos en una tienda departamental y observemos tantas cosas finas, cuidemos de no ponernos bajo la mano de un gobernante (Visa, MasterCard, American Express, etc.). Observe bien y cuídese de no hacerse esclavo de nadie. 1 Corintios 7:23dice: “Por precio sois comprados; no os hagáis siervos de los hombres”.

          Póngase un cuchillo a la garganta (tijeras a la tarjeta) si es dado a la glotonería(elimine la costumbre de comprar todo lo que se le antoje aunque no tiene el dinero para comprarlo).  No codicie las delicadezas (ropa, aparatos, comida, etc.), porque si compra impulsivamente,tardará en pagar mucho más de lo que se imagina (Proverbios 23:1-3). No permita que su actitud hacia pedir prestado lo lleve a conformarse con este mundo. Lo que este mundo visualiza como “normal”, no siempre es algo bueno. Dios desea algo mejor para sus hijos.