Mirando hacia adelante


Núm. 259 - Sábado 21 de Enero del 2012 - Año No. 6


AQUEL día después de haber dado de comer a toda aquella gente que le seguía, que eran como cinco mil hombres; después de haberles despachado; estando él orando, les pregunta a sus discípulos: “¿Quién dicen las gentes que soy? Y ellos respondieron, y dijeron: Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado”. Lucas 9:18-19

Pero Jesús les vuelve a cuestionar: “Y les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Simón Pedro, dijo: El Cristo de Dios. Mas él, conminándolos, mandó que á nadie dijesen esto; Diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día. Y decía á todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame. Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, éste la salvará. Porque ¿qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y sé pierda él á sí mismo, ó corra peligro de sí?”. Lucas 9:20-25.

En estos días todos nos hemos dado cuenta por los periódicos, las revistas y la televisión acerca de una noticia mundial, noticia que la han hecho sobresalir los medios noticiosos, la han hecho una hazaña, una cosa extraordinaria: Millones de aficionados, seguidores que gritan, lloran, brincan y se desmayan por la muerte del cantante Michael Jackson. Por algo dijo Nuestro Señor Jesucristo:“Porque ¿qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y sé pierda él á sí mismo, ó corra peligro de sí?”. Lucas 9:25.

No hay duda que aquellos hombres que dedican toda su vida a servir a Nuestro Señor Jesucristo en cuerpo y alma, sin ningún interés material o carnal, sinceros en todo; son éstos que recibirán las bendiciones de Dios.

“Porque lo que al presente es momentáneo y leve de nuestra tribulación, nos obra un sobremanera alto y eterno peso de gloria; No mirando nosotros á las cosas que se ven, sino á las que no se ven: porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas”. 2ª a los Corintios 4:17-18.

“Porque en esperanza somos salvos; mas la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿á qué esperarlo? Empero si lo que no vemos esperamos, por paciencia esperamos”. Romanos 8:24-25.

“Y aconteció que yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré donde quiera que fueres. Y le dijo Jesús: Las zorras tienen cuevas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recline la cabeza. Y dijo á otro: Sígueme. Y él dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre á mi padre. Y Jesús le dijo: Deja los muertos que entierren á sus muertos; y tú, ve, y anuncia el reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; mas déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano al arado mira atrás, es apto para el reino de Dios”. Lucas 9:57-62.

 

 Hermano Leodegario Ortiz Del Angel