Cuando lleguen los malos días

ESTA es una situación que llegamos a tener cuando los días empiezan a sentirse, como es de los 40 años en adelante, en los cuales empezamos a tener cambios físicos como es el cansancio, los dolores de espalda, de muelas, o alguna caída de la que ya no nos recuperamos pronto; y empezamos a decir: “pues yo no tenía esto, o esto otro”.

Pero nos damos cuenta con ello que ya entramos en otra etapa de nuestra vida y que ya no es lo mismo, y por lo tanto, hay que tener cuidado en todo lo que hagamos porque como consecuencia podemos llegar a tener alguna enfermedad delicada.

Pero pensemos ante todo que esto es el cumplimiento de la Palabra de Dios. Le pido que lea Eclesiastés 12:2 al 7 antes de continuar.

Pero no pensemos que como Hijos de Dios nunca nos vamos a enfermar.

Todos estamos expuestos a ello; y para verificar esto lo invito a leer II Reyes 20:1, "En aquellos días cayó Ezechîas enfermo de muerte...” Aquí notamos cómo también este hijo de Dios cayó gravemente enfermo.

Ahora veamos 1ª Timoteo 5:23, “No bebas de aquí delante agua, sino usa de un poco de vino por causa del estómago, y de tus continuas enfermedades”. Como vemos, también el joven Timoteo padecía algunas enfermedades.

Es por eso que hoy en día nos quejamos de algunas de ellas. Pero es muy importante que notemos los beneficios que nos puede traer el hecho de que estemos enfermos: Un acercamiento mayor a Dios, comprensión a los enfermos, aprendemos a tener paciencia, valoramos más la vida, etc.

Hermanos, es necesario que tengamos mucha FE en el Señor cuando estemos en esta situación, porque también puede manifestarse como una prueba como fue con el justo Job (Job 2:10)

Sea cual sea nuestra situación no debemos olvidar que siempre contamos con el Médico Divino que es nuestro Señor Jesucristo (Juan 14:14) El cual siempre está con nosotros para ayudar y también darnos salud.

Por eso hermano si estás enfermo... dobla tu rodilla y pídele al Señor como tu corazón lo indique y recibirás esa ayuda.

Que Dios te bendiga. Vuestro en el Señor.

Ministro Abraham Hernández

Tampíco, Tamaulipas.

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