Viola


La viola que actualmente conocemos nace entre los siglos XVI y XVII con el nombre de viola da Braccio. Su tamaño es algo mayor que el violín. Sirve de puente sonoro entre éste y el violonchelo, lo mismo en el cuarteto de cuerda que en toda formación orquestal. Su timbre es muy bello aunque con tinte dulcemente opaco. Su tesitura central es la mejor y la que conserva además su verdadero carácter. Se sostiene con el brazo izquierdo en posición horizontal, al igual que el violín y se apoya su caja armónica de la misma manera que éste, o sea debajo de la barbilla.

Tiene cuatro cuerdas que se afinan con las notas dosolrela (de grave a agudo subiendo en intervalos de quinta). Para su lectura musical emplea las claves de do en tercera línea y —cuando las notas son muy agudas— en clave de sol.