El Contrabajo


El contrabajo es un instrumento musical de la familia de los cordófonos por frotación con arco, de voluminoso tamaño por ser el que produce los sonidos más graves.

Tiene generalmente cuatro cuerdas, que, al contrario de los otros instrumentos de su familia —como el violín o la viola que poseen cuerdas afinadas por quintas ascendentes—, se afinan por cuartas ascendentes (mi-la-re-sol, desde la 4ª cuerda, más grave, a la 1ª, más aguda), aunque también los hay de cinco, en los que la quinta cuerda se afina en un do o si más grave que la cuarta cuerda.

Descripción

Es el segundo mayor y más grave de los instrumentos cordófonos, superado solo por el octabajo, el cual da sonidos dos octavas más bajos que el contrabajo. Por eso, hasta tiempos relativamente recientes, muy pocas veces se usaba como solista. El primer contrabajista virtuoso fue Domenico Dragonetti.

Su sonido se produce por la vibración de las cuerdas al ser frotadas con un arco, aunque puede también producirse pulsándolas con las yemas de los dedos, al modo del bajo eléctrico o el tololoche, técnica que recibe el nombre de pizzicato o pellizco.

El tololoche que es de la familia de contrabajo, regularmente es mas pequeña que el contrabajo Europeo, y es un instrumento regional del norte de México, al igual que el contrabajo normal tiene usualmente 4 cuerdas, se toca sin arco y se puntea con los dedos. Su uso en la Música Clásica es nulo, por ser un Instrumento regional.

Generalmente el tololoche está construido de madera de pino para el brazo y caobilla en la caja, a diferencia del contrabajo. El instrumento tiene 4 cuerdas, cuya afinación es de "La" (sonido más grave), "Re", "Sol", "Do" (sonido más agudo). Su uso es constante en rondallas y grupos acústicos pequeños, por su gran movilidad.