¿Existe Diferencia Entre el Mal y el Pecado?


Núm. 259 - Sábado 14 de Enero del 2012 - Año No. 6


CUALQUIERA PODRÍA DECIR QUE   EL PECADO Y EL MAL SON LO MISMO. PERO, ¿QUÉ TAL SI LEEMOS EN LA BIBLIA QUE DIOS CREÓ EL MAL? ¡SÍ, EL PROFETA ISAÍAS DICE QUE DIOS CREÓ EL MAL! ¿SERÁ POR ÉSO DIOS UN PECADOR? ¡ABSOLUTAMENTE NO! LO QUE DEBEMOS HACER ES CONSIDERAR LO SIGUIENTE:

 


El profeta Isaías fue inspirado a escribir: "Yo soy el Señor y después de mí no hay nadie. Yo formo la luz y creo las tinieblas; hago la paz y creo el mal: Yo, el Señor, hago todas estas cosas." (Isaías 45:6-7).

La pregunta surge automáticamente: ¿Es el Señor pecador por haber creado el mal? No, porque el mal es algo necesario para que la creación de Dios sea perfecta.

Un teologo famoso dijo que "el Señor no puede hacerle mal a alguien, y consecuentemente, no puede imputarle pecado a nadie."

Esto es un ejemplo clásico de cómo el hombre ha confundido al pecado con el mal. La Biblia es explícita cuando enseña que Dios creó el mal, pero no al diablo, ¿cómo algunos sugieren! El mal es necesario cuando es usado por Dios en dos maneras: por amor, y por justicia. Es usado como castigo para sus hijos, y para juicio de las gentes. Es el derecho y lo propio de Dios haber creado el mal para estos propósitos, de otra manera no habría un buen entrenamiento para sus hijos, y un juicio para los transgresores.

El Escritor del libro de Lamentaciones, también pregunta: ¿No de la boca del Altísimo procede el bien y el mal? (Lamentaciones 3:38).

La frase: "Así dice el Señor," es mencionada en las Escrituras muchas veces, esto sugiere su autoridad manifiesta sobre nosotros. Por tanto, ¿cómo puede la creenciapopular estar reconciliada, si no se reconcilia del todo con estas 

Escrituras? Debemos entender que todo lo que Dios crea es bueno y es para el bien del hombre. En sí mismo y solo, el mal no es ni correcto ni erróneo, y su clasificación en la economía Divina, depende que quién lo usa y cómo es usado.

Cuando el hombre usa el mal para cualquier otro propósito que no sea motivado por el amor, entonces lo usa erróneamente y ¡se convierte en pecado! Por otra parte, Dios no peca porque no usa erróneamente el mal que creó. ¡Dios no se equivoca! Dios usa el mal con amor para corregir a sus hijos, y lo usa como juicio para los transgresores que no se arrepienten. Si nosotros mismos nos juzgamos con verdad, no entraremos en el castigo del Señor; pero es bueno recordar, que cuando somos juzgados y castigados por el Señor, seremos librados de la condenación del mundo. (I Corintios 11:31-32). Es importante entender también que aunque Dios declara categóricamente haber creado el mal, de no haber sido por el pecado del hombre, el mal nunca hubiera sido introducido en el camino de la vida, nunca hubieramos conocido de su existencia, y por tanto, no hubiera tocado a la humanidad en ninguna manera.

¿Acaso no oramos continuamente, "libranos del mal" de manera que los castigos de esta vida no se acerquen a nosotros? De aquí que oramos también diciendo: "No nos metas en tentación" como diciendo, no permitas que caigamos en las pruebas y tribulaciones de esta vida, sino líbranos del mal. Si nos juzgamos nosotros mismos y andamos en el camino de Jesús, somos librados del mal automáticamente.

La corrección duele, pero cuando es motivada por el amor, eso que duele (y que es malo), para nosotros ¡es entonces bueno! Esto no es algo contradictorio como parece. Piense en esto de esta manera. Cuando un padre castiga a su hijo, algunos piensan que el padre hace mal; pero no es así, cuando se hace para detener una actitud errónea y desobediente de los hijos, lo cual si es malo. Y si se usa el mal para corregir lo malo en los hijos, entonces no es pecado ni es malo, sino es amor. Pero si el mal o el dolor del castigo es inflingido en los hijos por alguna razón no buena, entonces es pecado. Dios nos castiga algunas veces por su amor a nosotros y eso no es pecado. (Proverbios 3:11- 12; 13:24; Hebreos 12:5-11).

El que Dios nos castigue es de hecho un honor para nosotros. Es la prueba de que él nos está diciendo que somos sus hijos e hijas.

"Porque el Señor al que ama castiga, y azota a cualquiera que recibe por hijo. Si sufrís el castigo, Dios se os presenta como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no castiga?

Mas si estáis fuera del castigo, del cual todos han sido hechos participantes, luego sois bastardos, y no hijos." (Hebreos 12:6-8).

Así concluímos que Dios creó el mal porque así fue necesario para regular y salvaguardar la eternidad de su creación. Pero de ninguna manera lo creó para cometer pecado.  En aquellos días remotos, el diablo  sí usó el mal erróneamente y cometió pecado contra Dios; en lugar de usarlo para defender la gloria de Dios, lo usó en su contra. Nunca usemos el mal para caer en pecado.

 

Recopilacion del Cuaderno de Escuela Sabática