Lo que le pertenece a Dios

 BREVE EXPLICACIÓN DEL DIEZMO

 

El diezmos es la decima parte de las ganacias y pertenece a Dios: Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová[1] (Levítico 27:30); Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. ¹³Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre.

¹⁴Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos[2] (I Cró. 29:12-14), Esta observación del diezmo ya existía antes de que se estableciera el pacto levítico, ya que desde Caín y Abel ya se observaba según Génesis 4:3-4: Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. ⁴Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda [3].

Abraham y Jacob también daban sus diezmos a Dios: y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; ²⁰y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. (Génesis 14:20; Hb. 7:1-7; Génesis 28:22). Y también fue una practica habitual del pueblo de Israel (II Cr. 31:5-6), Nehemías 10: 37-38) y nuestro Señor Jesucristo aprobó esta practica solo que no cayéramos a los extremos que hacían los escribas y fariseos (Mateo 23:23)

 

¿PARA QUE SE USA EL DIEZMO?

 

El diezmo siempre fue usado para el sostén del culto y para sus oficiantes: Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión[4] (Números 18:21). Es muy clara la enseñanza bíblica, deben ser sostenidos económicamente para poder dedicarse al ejercicio  de su ministerio, no como un sueldo sino como un sostén: No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.[5] (I Cor. 9:13-14);       Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario[6] (Lucas 10:7). Y que los ministros que trabajan en la predicación tienen el privilegio de comer de esos diezmos como se hacia en el tiempo de los sacerdotes: Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión.[7] (Números 18:21) y se usa en nuestros días para los gastos y todos los trabajos administrativos y ministeriales de la Iglesia de Dios.

 

¿COMO DEBEMOS DAR EL DIEZMO?

 

Los que tienen algún negocio ó comercio tienen que dar el diezmos de sus ganancias, quiere decir que si en un mes entran en su negocio $15,000.00, hay que descontar el costo de la mercancía, sueldos, renta luz, etc. De lo que queda como ganancia, se da el diezmo. Los que son empleados reciben un sueldo, ya que todo es ganancia, dan el 10% de su sueldo. El diezmo se entrega en el alfolí del Señor que es en la Iglesia.

 

El diezmo es lo que devolvemos a Dios es como un agradecimiento a la ayuda que el n os ofrece, a veces damos ofrendas para proyectos especiales. La Biblia no recomienda  ser generosos y dar nuestras ofrendas:

Dad a Jehová la honra debida a su nombre;

Traed ofrenda, y venid delante de él;

Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad.[8] (I Cr. 16:29, Sal. 96:8), Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. ⁴³Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento [9] (Mr. 12:41-44).

 

 

LAS PROMESAS Y BENDICIONES AL DIEZMADOR

 

Nuestro Dios es el dueño y creador de todas las cosas visibles e invisibles, nos invita a participar de las inmensas bendiciones que es capaz de derramar, es por eso que nos pide que demos con disposición y alegría: Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. ⁷Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre[10] (II Cor. 9:6-7)  y nos dice su palabra: Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.[11] (Malaquías 3:10-11) que probemos de sus bendiciones hasta que sobreabunde.

 

“Traed los diezmos al alfolí”

 

Obr. Abiel Hernández Florez

Marzo del 2007